Bienvenido a mi mente forastero!

Mis Blurbs hoy sintieron ganas de hacerse conocer asi que cree este blog para que encontraran nuevos amigos. Sus pensamientos y su gran imaginación se ven a través de lo escrito y me invitan a este pequeño mundo del cual soy un visitante de paso, al igual que ustedes.

martes, 15 de septiembre de 2009

A otra cosa mariposa


No me gusta la hipocresía. Mentirle a alguien para caer bien. Hablar a las espaldas de quien fácilmente podría ser tu mejor amiga. Es algo que no soporto. Por eso te diré siempre las cosas a la cara. O haré el mejor intento.

¿Eres gay?
Me preguntó con ojos pre juiciosos.

Así como en las películas, donde la acción se transporta a cámara lenta. Toda la atención en mí. Incluso se logra percibir el cantar de los grillos. Un balde de agua fría cayó sobre mi, o tal vez fue la inusual lluvia de una noche limeña.

Oe, ya deja de jileartela pues.

No hay respuesta que atraviese mis cuerdas vocales y sea expulsada por mi boca. Me han noqueado en el primer round.

¿Por qué pensaría que soy homosexual?

Estoy arreglada (porque la variedad es buena). Vestido chiquito. Tacos muy altos. Demasiado

Mañana me dolerán los pies. Es en lo único que puedo pensar.

No se si me halaga que una mujer me encuentre atractiva. Nunca me había sucedido y la verdad es que tampoco había pensado en la posibilidad. La verdad es que suficiente tengo en pensar de qué forma atraer al sexo opuesto como para preocuparme por mi mismo sexo.

Sexo.

Eso es lo que necesito desde hace un buen tiempo. Y quizás eso fue lo que me llevó a conversar con ella a pesar de que nuestra amiga en común me había "advertido" de que a su amiga no le interesaba mucho conversar.

Y la verdad es que aquella mujer fue mi conejillo de indias.

De pronto entre mis cuatros vasos de trago y la urgencia por alivianar mi vejiga (incluso la dejé, es más, la obligué a entrar al baño conmigo) me di cuenta que me encontraba en pleno arte de seducción con una mujer, la cual no dejaba de rellenarme el vaso de algún alcohol que ya no recuerdo. Que ironía.

Me ofreció dejarme en mi casa. Fue en ese momento en el cual sentí algo que no había experimentado antes: Paranoia. Eso y bueno el hecho que estuve considerando largo rato el besarla.

Poco me duró la sensación ya que su cara se transformó en la de mi madre, decepcionada, gritando a los cielos porque Dios la había castigado de esa manera.

Solo mi madre es capaz de mencionar a Dios cada vez que puede. Sea necesario o no.

Cuando logré olvidar a mi mamá y eliminarla del encuadre, entré en razón de mi ubicación. Estaba en un evento de la "alta sociedad". Con las lenguas más sucias del país (y eso es en todos los sentidos).

Hacer algo de lo que me podría arrepentir no era bueno allí, sobre todo si es que quería continuar una vida sin miradas discriminadoras y comentarios a mis espaldas.

Pero el trago puede más que el autocontrol. Quise besarla nuevamente. Y no en el sentido bonito. Sino en el carnal.

¿He dicho que me falta sexo? Y lo sé, suelo repetirlo muchas veces.

Por si se preguntan, no lo hice. No la besé. Tal vez haya sido porque me la imaginé con barba y con pene o quizás el simple hecho de que quiera o no, me gustan los hombres.

Ahora nuestra amiga en común quiere emparejarnos. Que vayamos todos a Barranco. Yo solo quiero hacer la del avestruz y meter mi cabeza en un gran hoyo.

Si algo aprendí esa noche es que solo pateo con un pie. Y si, el pisco te deja un gran dolor de cabeza al día siguiente.