Bienvenido a mi mente forastero!

Mis Blurbs hoy sintieron ganas de hacerse conocer asi que cree este blog para que encontraran nuevos amigos. Sus pensamientos y su gran imaginación se ven a través de lo escrito y me invitan a este pequeño mundo del cual soy un visitante de paso, al igual que ustedes.

martes, 16 de febrero de 2010

Muerete Cupido

Yo, quien siempre celebre el dia de la amistad el 14 de febrero cometi el graso error de viajar al pais donde se invento esta festividad. Y luego de aventurarme en la jungla de adolescentes con las hormones gritando por dentro en las fiestas entendi una cosa:

Al final de cuentas, aunque los distintos idiomas puedan aparecer como una barrera, todos nos comunicamos de la misma forma, o mas bien todos queremos lo mismo: a otra persona.

Especialmente si es que se trata de San Valentin y no tienes con quien celebrarlo. Por aca, a diferencia que en casa, es un gran asunto.

Es mas, a uno lo hacen sentir mal por no tener a ese otro especial con quien compartir ese dia. Y lo curioso es que te lo recuerdan de distintas maneras. Como por ejemplo la distribucion de mesas en los restaurantes. Si son tres personas? Olvidalo, solo hay mesas para dos. La decoracion tampoco ayuda. Hay tanto rojo que uno podria pensar que esta en uno de esos comerciales de gotas para los ojos irritados.

Pero lo mejor de todo son las miradas de los enamorados. Esas miradas lastimosas.

Y que se va a hacer. No todos somos afortunados. O tal vez no queramos serlo. Es decir, de alguna manera nos inflingimos esa soledad a nosotros mismo.

Sea como sea, aun me quedan un par de dias para continuar con la aventura antropologica y tratar de entender porque es que sigo soltera y viviendo con mis padres.

Feliz San Valentin, y un especial agradeciemiento al Sr.Ferrero por el tarro de Nutella que sera mi cita por esta noche.

Fat camp

Me gustan los aeropuertos. Los eternos viajantes con caras noctambulas, los aviones parqueados esperando a sus nuevos clientes, las caras entusiastas de los ninos listos para conocer a Mickey Mouse. Es un sitio donde cabe toda posibilidad de un encuentro improvisto.

Uno solo tiene que esperar.

Decidi experimentar la vida universitaria en los Estados Unidos por un par de dias. Mi amiga dice que en este lugar se aglomeran los que socialmente son considerados nerds. los pvos que una ve fuera del colegio encuentran la oportunidad perfecta para superarse y convertirse finalmente en personas. Dejar de ser el ultimo eslabon en la cadena alimenticia.

Fiel a mis creencias pacifistas de contar con una mente abierta a toda posibilidad o ocurrencia, llegue dispuesta a concer todo tipo de persona.

Poco sabia yo que los domingos son los dias de tareas. Al parecer, regrese nuevamente al colegio. Que Dios me libre.

Asi que decidi aventurarme por mi cuenta en el campus, que a mi parecer tiene una gran semejanza con un campamento de verano, claro que con la capacidad para un millon de personas.

Sin embargo, la vida aca es bastante sedentaria. No me malinterprete querido lector. Hay muchas actividades disponibles tanto deportivas como culturales, pero las personas van a clases y luego regresan a sus "dorms". Casi no hay interaccion con desconocidos fuera de clases, excepto claro en en los comedores o finalmente en las inauditas fiestas del fin de semana.

Y no es que este criticando a estas personas. Vaya a saber que es lo que realmente hacen. Yo solo he estado aca un par de dias. Pero sorprendentemente nunca vi grupos en los jardines haciendo buen uso del tiempo de ocio. Y luego entendi, tal vez aca no existe el tiempo de ocio, no hay tiempo para desperdiciar.

Siendo sincera, no los culpo. Con lo que pagan (y es sufienciente para alimentar a mas de un pequenio pais) uno siempre tiene que estar pendiente de sus estudios. Sobretodo si es que compites contra estudiantes asiaticos.

Y tanto estudiar y entregar ensayos se recompense con la llegada del viernes. Este dia significa la inaguracion de las tan esperadas "frat parties" en los cuales gringuitos y gringuitas desquitan todas sus frustaciones en la pista de baile, literalmente. Una mirada antropologica basta para decir que lo unico que se busca en estas fiestas es un buen cache. Eso es, sexo.

Lo cual no los diferenica mucho de nosotros los "sudacas". Excepto por el hecho que me senti parte de una concurso del infame perreo chacalonero. "Grinding" es la palabra exacta que describe este estilo. Y a diferencia de nuestro baile, en donde se inicia un acto de seduccion entre parejas, aca es todos contra todos; y a ver quien te salva de esta porque cuando menos te lo esperas, te ves encontrada con un hombre detras tuyo intentando agarrarte la cintur para llevarla hacia su pelvis.

Mismo estilo chichuhua arrecho.

No se en que momento de la noche fui abducida por los hippies hacia una casa que bien podria pasar por la casa embrujada del jockey plaza, para escuchar a una banda de jazz con nombre de vino tinto. Y en ese momento fue cuando pense que no todo estaba perdido.

jueves, 11 de febrero de 2010

Sobremesa

Hola, mi nombre es Isidora. Tengo 9 años y hoy día comencé la pubertad. Mi papá dice que no es tan grave, que ni cuenta me voy a dar.

Lo mismo dijo cuando mamá se fue de la casa. Ahora solo somos los dos. Bueno los tres si contamos a Godzilla.
Godzilla llegó para reemplazar a mamá. Supongo que por eso duerme todas las noches con él, acurrucada en la almohada de al lado.

Y por más que lo intente, yo no recuerdo a mamá. A veces me parece escuchar su voz a lo lejos, pero luego caigo en cuenta de que en realidad se trata de la radionovela matutina anunciandose con un redoble de tambores.
Siempre son las radionovelas que tanto le gustaban. Las que amaba y no perdía y las que yo odiaba. Las odiaba porque me reemplazaban. Les tenía celos. Celos de que ellas se llevaran toda la atención.

Y lo irónico de todo esto es que lo único que recuerdo de ella es lo que más odiaba acerca de mamá; sus radionovelas.

Yo crecí de ilusiones. Papá cada día hablaba menos y su ausencia se convirtió en mi confidente. Amigos invisibles los tuve por montones. Siempre invisibles, nunca imaginarios porque de pensar que solo estaban en mi imaginación me devolvería a la realidad.

La señora Cecilia del piso de abajo toca el piano y de vez en cuando nos da uno de sus famosos pies de manzana. Yo creo que secretamente está enamorada de papá. La señora Cecilia vive empezinada en encontrar entre sus escasos alumnos al próximo Schubert. Nunca se casó, pero de vez en cuando por las noches cuando no puedo dormir veo a uno que otro marinero entrar a su departamento sigilosamente.

Nuestro edificio está lleno de viejos solitarios. Lleno de personas fracasadas en el amor. Lleno de música de burdel y olor a colonia barata. De noctambulos y deambulantes en busqueda de una cama para calentar. De jugadores de lotería convencidos con que el gobierno complota contra ellos.

Yo no pedí ser adolescente. Si es que soy eso. Papá dice que no hay cosa más bonita que enamorarse, que una vez que sucede el mundo cambia de color y las personas se vuelven buenas.

Yo no quiero enamorarme porque no quiero terminar como papá. Los niños no me gustan para nada. Al menos eso creo. A veces me parece sentir algo en la boca del estomago cuando Gabriel me saluda. Él es mi mejor amigo.

A Gabriel y a mí nos gusta jugar a los hermanos perdidos en la jungla amazónica. Debemos construir un refugio contra las lluvias torrenciales y siempre contamos con una espada enfundado por si tenemos que defendernos del ataca de un jaguar.
Pero ultimamente Gabriel ya no quiere jugar. Dice que debe ayudar en la tienda, que su papá no está bien. Así que de vez en cuando paso a visitarlo a la panadería de su padre. Pero ya no sabemos que decir.

Por eso es que no quiero crecer. Volverme como la Sra. Cecilia o como mi padre, ambos ciegos por buscar tanto un amor imposible.

Yo no se que es el amor, ni tampoco sé si es que lo encontraré. En la tele se habla mucho de eso y las parejas suelen besarse mucho. Yo nunca he besado a un niño.

Yo no sé que es el amor, ni se que es amar. Supongo que es cuando quieres a alguien mucho mucho mucho, tanto que estás dispuesto a compartir tus gomitas de oso con él.

Sí, eso debe ser el amor.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Cuentos del lago 2


Lucy tiene una forma muy particular de decir las cosas. Así como asegura que los gatos tienen siete vidas y que las van perdiendo, te cuenta con inimaginable naturalidad como su hermano mayor le pegó a su hermana menor por haberse metido con un hombre casado.


Así no más, sin preambulos ni rodeos.


Sin embargo hay algo de ella que te hace creer nuevamente en lo bueno del mundo. O tal vez, en mi caso, me hace creer en las alusiones a su mundo, uno lleno de leyendas y de conjuros. Uno al cual solo puedo acceder a través de su memoria, a través de su inocencia.


A mí me gusta creer que aún conservo la niña interior así que siempre que tengo esa ventana de oportunidades abierta, me lanzo, sin mirar, ojos cerrados, al lago que según ella huele a casa. Asi que me animo a que me cuente un poco más acerca de su pueblo.


"Allá donde yo vivo, una persona en deuda que muere tiene que regresar para pagarla" me dice mientras limpia el piso de la cocina.


Yo, niña de capital, que los cuentos de terror nunca me convencieron y siempre andaba descubriendo al asesino antes de tiempo, la miraba desconfiada pero sin poder ocultar mi fascinación.


"Es que a veces no regresan como eran antes pues, sino que toman formas de animales".


Ahora sí, esto es lo que me gusta escuchar, nada de almas en pena encadenadas y adoloridas. Sino más bien el yin y el yang del universo, la existencia cíclica. Todos elementos que forman parte de la filosofía "new age" que el consumerismo, aunque tratemos de negarlo, nos hace querer. Y es que el budismo está de moda pues.


Lucy no sabe que es el budismo, pero antes de poder explicarle sus origenes me mira y continua:


" En el pueblo había un señor, el Eusebio, que todos sabían que le sacaba la vuelta a su esposa. Además de eso, le pegaba. Un día así que yo salí a cosechar, me dice Eulalia que la Clemencia se había muerto. Algunos decían que él la había envenenado. Otros por ahí que les caí bien el Eusebio dijeron que ella se había matado solita".


"Y tú, ¿qué piensas?"


"Yo no se que creer. Lo que sí es cierto es que el día en que se murió la Clemencia, apareció un gato en la puerta de su casa. Ahí mismo yo supe que era ella. Que había venido a saldar las cuentas con su esposo".


"Lucy, vamos, ¿qué te hace creer que un gato en realidad era esta tal Clemencia?".


"Aaaah, porque no veía a nadie más que al Eusebio. A él no más lo seguía a donde fuera. Todo el día lo seguía de arriba a abajo, y no comía. Los otros animales le tenían miedo".


Se acerca un poco más para decir algo y yo entiendo que esto es señal de un secreto cuyo revelación es de alto costo.


"A nosotros, desde niños, nos enseñan a no ver a estos espíritus a los ojos, porque dicen que traen mala suerte. En realidad es porque ellos que están conectados con la mama pacha, te pueden llevar en la noche. Así que cuando pasaba la gata, nosotros mirabamos para otro lado."


Luego se ríe.


"A todas partes lo seguía al Eusebio".


Yo cada vez por más extraño que parezca le voy encontrando un gran sentido a la historia.


" ¿Y luego qué pasó? eventualmente se fue supongo" le pregunto ya perdida en mi propio mundo donde los gatos hablan y los hombres maullan.


"Pues no sé, yo me vine a Lima; pero cuando me voy a visitar me parece ver al gato siempre fuera de la casa del esposo. Ahora él está viejo, al igual que el gato, que en realidad era gata".


Le agradezco la comida y la historia y me voy a mi cuarto a meditar. Las ideas fluyen en mi cabeza, veo imágenes de felinos tristes, esos que juegan con las medejas de lana, y que te llegan a tu mail en la bandeja de no deseados.


Y eso me hizo pensar:¿Cuanto dura el amor? o más bien, ¿Cuando se termina? Y si es que ha de durar toda la vida, ¿se le sigue llamando amor?


Me quedó claro que el regreso de Clemencia fue en venganza al maltrato de su esposo. Pero ¿no pudo haber sido simplemente el miedo a estar sola?


Y si lo fue ¿no es eso algo al que todos le tememos?


Vivimos en un mundo cada vez más ajeno e impersonal y sin embargo de una extraña manera lo único que necesitamos para sobrevivir es el contacto humano, el sentirse deseado por otra persona.


En cuanto a mí, mi estadía en la tierra me ha enseñado que el ser humano por más que lo trate de evitar, hiere. Hiere en la busqueda de una respuesta. En busqueda de una reacción, de algo determinado por ellos mismos como perfecto. Y a su paso, va desperdiciando las oportunidades de encontrar ese "verdadero amor" del que tanto se jactan algunos.


¿Y si uno simplemente deja de buscar? Supongo que la escencia de lo que somos se iría extinguiendo. Después de todo alguna vez fuimos cazadores.


Y tal vez yo siento que mi busqueda aún no ha comenzado. Para ser sincera, la habitud de hacer todo por mi cuenta a comenzado a pasarme factura. Estoy próxima a cumplir 21 y ya me acostumbre a estar sola. Voy al cine sola, voy de compras sola, y ultimamente hablo sola. Pero extrañamente no me siento sola. O quizás no sé lo que es ese sentimiento.


Qué se va a hacer. Los viejos hábitos son los últimos en morir. pero en busqueda de un cambio mañana adoptaré a un gato. Quizás le ponga Clemencia.


I.