Bienvenido a mi mente forastero!

Mis Blurbs hoy sintieron ganas de hacerse conocer asi que cree este blog para que encontraran nuevos amigos. Sus pensamientos y su gran imaginación se ven a través de lo escrito y me invitan a este pequeño mundo del cual soy un visitante de paso, al igual que ustedes.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Cuentos del lago 2


Lucy tiene una forma muy particular de decir las cosas. Así como asegura que los gatos tienen siete vidas y que las van perdiendo, te cuenta con inimaginable naturalidad como su hermano mayor le pegó a su hermana menor por haberse metido con un hombre casado.


Así no más, sin preambulos ni rodeos.


Sin embargo hay algo de ella que te hace creer nuevamente en lo bueno del mundo. O tal vez, en mi caso, me hace creer en las alusiones a su mundo, uno lleno de leyendas y de conjuros. Uno al cual solo puedo acceder a través de su memoria, a través de su inocencia.


A mí me gusta creer que aún conservo la niña interior así que siempre que tengo esa ventana de oportunidades abierta, me lanzo, sin mirar, ojos cerrados, al lago que según ella huele a casa. Asi que me animo a que me cuente un poco más acerca de su pueblo.


"Allá donde yo vivo, una persona en deuda que muere tiene que regresar para pagarla" me dice mientras limpia el piso de la cocina.


Yo, niña de capital, que los cuentos de terror nunca me convencieron y siempre andaba descubriendo al asesino antes de tiempo, la miraba desconfiada pero sin poder ocultar mi fascinación.


"Es que a veces no regresan como eran antes pues, sino que toman formas de animales".


Ahora sí, esto es lo que me gusta escuchar, nada de almas en pena encadenadas y adoloridas. Sino más bien el yin y el yang del universo, la existencia cíclica. Todos elementos que forman parte de la filosofía "new age" que el consumerismo, aunque tratemos de negarlo, nos hace querer. Y es que el budismo está de moda pues.


Lucy no sabe que es el budismo, pero antes de poder explicarle sus origenes me mira y continua:


" En el pueblo había un señor, el Eusebio, que todos sabían que le sacaba la vuelta a su esposa. Además de eso, le pegaba. Un día así que yo salí a cosechar, me dice Eulalia que la Clemencia se había muerto. Algunos decían que él la había envenenado. Otros por ahí que les caí bien el Eusebio dijeron que ella se había matado solita".


"Y tú, ¿qué piensas?"


"Yo no se que creer. Lo que sí es cierto es que el día en que se murió la Clemencia, apareció un gato en la puerta de su casa. Ahí mismo yo supe que era ella. Que había venido a saldar las cuentas con su esposo".


"Lucy, vamos, ¿qué te hace creer que un gato en realidad era esta tal Clemencia?".


"Aaaah, porque no veía a nadie más que al Eusebio. A él no más lo seguía a donde fuera. Todo el día lo seguía de arriba a abajo, y no comía. Los otros animales le tenían miedo".


Se acerca un poco más para decir algo y yo entiendo que esto es señal de un secreto cuyo revelación es de alto costo.


"A nosotros, desde niños, nos enseñan a no ver a estos espíritus a los ojos, porque dicen que traen mala suerte. En realidad es porque ellos que están conectados con la mama pacha, te pueden llevar en la noche. Así que cuando pasaba la gata, nosotros mirabamos para otro lado."


Luego se ríe.


"A todas partes lo seguía al Eusebio".


Yo cada vez por más extraño que parezca le voy encontrando un gran sentido a la historia.


" ¿Y luego qué pasó? eventualmente se fue supongo" le pregunto ya perdida en mi propio mundo donde los gatos hablan y los hombres maullan.


"Pues no sé, yo me vine a Lima; pero cuando me voy a visitar me parece ver al gato siempre fuera de la casa del esposo. Ahora él está viejo, al igual que el gato, que en realidad era gata".


Le agradezco la comida y la historia y me voy a mi cuarto a meditar. Las ideas fluyen en mi cabeza, veo imágenes de felinos tristes, esos que juegan con las medejas de lana, y que te llegan a tu mail en la bandeja de no deseados.


Y eso me hizo pensar:¿Cuanto dura el amor? o más bien, ¿Cuando se termina? Y si es que ha de durar toda la vida, ¿se le sigue llamando amor?


Me quedó claro que el regreso de Clemencia fue en venganza al maltrato de su esposo. Pero ¿no pudo haber sido simplemente el miedo a estar sola?


Y si lo fue ¿no es eso algo al que todos le tememos?


Vivimos en un mundo cada vez más ajeno e impersonal y sin embargo de una extraña manera lo único que necesitamos para sobrevivir es el contacto humano, el sentirse deseado por otra persona.


En cuanto a mí, mi estadía en la tierra me ha enseñado que el ser humano por más que lo trate de evitar, hiere. Hiere en la busqueda de una respuesta. En busqueda de una reacción, de algo determinado por ellos mismos como perfecto. Y a su paso, va desperdiciando las oportunidades de encontrar ese "verdadero amor" del que tanto se jactan algunos.


¿Y si uno simplemente deja de buscar? Supongo que la escencia de lo que somos se iría extinguiendo. Después de todo alguna vez fuimos cazadores.


Y tal vez yo siento que mi busqueda aún no ha comenzado. Para ser sincera, la habitud de hacer todo por mi cuenta a comenzado a pasarme factura. Estoy próxima a cumplir 21 y ya me acostumbre a estar sola. Voy al cine sola, voy de compras sola, y ultimamente hablo sola. Pero extrañamente no me siento sola. O quizás no sé lo que es ese sentimiento.


Qué se va a hacer. Los viejos hábitos son los últimos en morir. pero en busqueda de un cambio mañana adoptaré a un gato. Quizás le ponga Clemencia.


I.

No hay comentarios:

Publicar un comentario