Siempre ando buscando un nuevo comienzo.
Godzilla no deja de maullar al viento. O quizas simplemente quiere despertarme y así conseguir comida.
Nunca se con ella.
Hoy sono el despertador a las seis de la mañana y de casualidad la pateé. En mi defensa, quien la manda a ponerse entre mis pies.
Godzilla no deja de maullar al viento. Se estará vengando.
Siendo una persona que aprecia sus horas de sueño, siempre fui de aquellas de los "5 minutitos más, te juro que ahorita me despierto". En cuanto me encontraba en una situación invencible mi estrategia adquirida a través de los años fue la de saltar de la cama sin reparo alguno de que pudiera haber debajo de ella. Ultimamente es la gata.
Creo que me odia.
Mis piruetas acrobaticas a las hora de levantarme me permiten evitar la tentativa almohada, que me llama susurrando cosas bonitas al odio.
Aunque en realidad, mis esfuerzos sobrahumanos por levantarme se dieron en el momento a que mi hermana le pareció entretenido despertarme con un vaso de agua, distribuido uniformemente por toda mi cara.
Solo porque sí. Solo porque le provoco. Tan linda que es ella.
El camino a veces se me hace largo. La gran avenida al lado del mar anda desierta a ciertas horas y aunque el Oceano Pacífico pueda ser una buena compañía, a menudo se rehusa a hablarme.
Y eso me pone triste.
Pues en mi mundo (el de verdad, pues el de la tierra es uno ficticio cortesía de las multinacionales) el mar me cuenta sus secretos.
-Hola Elder, ¿Cómo estas?
Elder es el portero de la universidad que siempre trata de pasarse de vivo. Elder se llama. Y le caigo bien.
A veces me pregunto si de veras me reconoce o simplemente es gentil con los estudiantes. Sin embargo hoy hizo gran alarde de mi cabello (el cual ha decidido empequeñecer hasta previo aviso). Con el tiempo lo he llegado a considerar un buen amigo. Sí, lo sé. Tal vez suene ridícula pero él es el único que me ve todos los días. El que me saluda por las mañanas. El que se despide por las tardes.
Sí. Elder es un amigo.
Con el nuevo comienzo del año universitario se crean nuevas expectativas. Y para mi quizás alegría o muy probablemente desdicha, el ciclo de verano suele traer consigo una posiblidad. La de encontrar el amor.
Y es que el Señor Sol juega con nuestras hormonas y las hacen bailar entre parejas. Así de a dos. Así como debe ser, o como mis pequeñas amiguitas estrogenas dicen que es.
Tal vez este año funcionen de algo.
-Bienvenidos todos al ciclo 2010-1
A ver si este año aprendes realmente quien eres.