Bienvenido a mi mente forastero!

Mis Blurbs hoy sintieron ganas de hacerse conocer asi que cree este blog para que encontraran nuevos amigos. Sus pensamientos y su gran imaginación se ven a través de lo escrito y me invitan a este pequeño mundo del cual soy un visitante de paso, al igual que ustedes.

jueves, 20 de agosto de 2009

Una humilde observación con tono de ligera protesta


Si hay algo de lo que tengo un mínimo “conocimiento” es acerca de la música. Viviendo en una realidad donde el internet hace que el acceso a la música, a videos y a todo lo relacionado con el entretenimiento este a “dos clics de un mouse” de alcance, es más fácil saber de memoria la letra de la nueva canción del grupo que esté de moda o que cantante sale con cual modelo, que porque en la selva hay una huelga.

Otro hecho es que como estudiante de diecinueve años, al menos la mitad de mi día me la pase escuchando música sea en un carro, en la combi, en el taxi o en las horas entre clases. Tengo que admitirlo, no soy disimulada en el hecho de que me guste escuchar música, es mas mis audífonos son escandalosamente grandes.

Últimamente cuando alguien me preguntaba porque es que escuchaba música todo el tiempo (esto si es que lograban que los escuchara a través de los audífonos o si me obligaba a quitármelos), mi respuesta inmediata era “para no tener que escuchar las estupideces que dice la gente”, mirando a la persona con un aire de superioridad que dejara en claro mi objetivo. Pero siempre me quedaba esa duda… ¿porque no involucrarme en un comportamiento social universitario y conversar con la gente en vez de escuchar música que habla sobre hechos que sucedían antes de que yo naciera?

Sera tal vez porque lo que dicen muchas de esas canciones es por lo que han luchado en su propia manera miles en el día a día, una verdadera identidad de nación. Pero pensándolo bien, esta idea no funciona en nuestra querida lima, donde uno solo necesita pararse en cualquier semáforo de la ciudad, o estar varada en el tráfico para ver el cariño que se tienen los peruanos.

Tal vez esté hablando, y que me disculpe el sabio intérprete de canciones, de expresar una realidad que no busque un cambio inmediato ni un levantamiento de masas, sino un giro de mentalidad, una buena cachetada hacia la realidad. “si no creyera en quien me escucha….sino creyera en lo que lucha” como lo pone Silvio Rodríguez, no se trata de en intentar un cambio, empezando en el cambio personal, si es que no se cree en el.

Nos identificamos con los distintos tipos de música, porque hayamos en ella lo que no muchas veces no podemos hallar en nosotros ni en los demás: la confianza ni las ganas de decir las cosas como son, sin temer las repercusiones. Y es que al parecer el miedo al “que dirán” ha sido institucionalizado en los jóvenes, pequeña y al mismo tiempo inmensa herencia de las generaciones mayores.

Para concluir esta humilde observación, soy fiel creyente en las palabras de los Beatles, “si hablamos de destrucción, me puedes dejar de lado”, lo único que necesitamos es amor para una verdadera revolución: la de nuestra mentalidad.

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